La alergia al polen de gramíneas es una de las más comunes en España.
Pero… ¿Qué son las gramíneas?
Son una familia de plantas herbáceas y ocupan un 20% de la vegetación de la tierra. Su importancia económica es enorme ya que constituyen uno de los cultivos alimenticios de la humanidad.
Estas son algunas de sus características:
- Están presentes en nuestra vida en diferentes formas como en alimentos tan comunes como el arroz, el trigo, maíz o la avena.
- Con tallos cilíndricos y huecos llamados “cañas”, sus flores se agrupan en espigas y no tienen pétalos. Las semillas son en forma de grano o cereal. Sus hojas varían dependiendo de la familia a la que pertenezcan.
- Suelen florecer en primavera, pero al existir tal diversidad de especies, la floración se produce durante prácticamente todo el año. La polinización se produce sobre todo en los meses templados y cálidos.
ÍNDICE:
Tipos de gramíneas
Alergia al polen de gramíneas
Tratamiento de la alergia al polen de gramíneas
Tipos de gramíneas
Como ya hemos mencionado, la gramínea pertenece a una extensa familia. Su nombre científico es Poaceae. Estos son algunos ejemplos de especies de gramíneas más comunes en España:
No obstante, los alérgicos al polen de gramíneas pueden manifestar reacciones cruzadas al consumir ciertos alimentos. Esto se debe a que ciertas proteínas del alérgeno del polen de gramíneas pueden encontrarse en algunas frutas o frutos secos como la sandía, el melón, las cerezas, el kiwi y frutos secos como las almendras o los cacahuetes.
En general, las gramíneas provocan reactividad cruzada. Es decir, si una persona es alérgica a un tipo de gramíneas, normalmente está sensibilizado al polen de todas las gramíneas.
En España, el pico más alto de polinización y por lo tanto cuando los alérgicos sufren más se produce en primavera, entre los meses de abril a junio. Aunque al haber tal diversidad de especies, la floración se produce durante prácticamente todo el año, en los meses de frío (de noviembre a enero) suele haber menos concentración polínica.
- Broncodilatadores y corticoides inhalados: Se utilizan principalmente en enfermedades alérgicas de las vías respiratorias, p.ej. en forma de aerosoles nasales para la rinitis alérgica. Por inhalación en personas con asma alérgica, favorecen la función pulmonar y reducen la hipersensibilidad bronquial. También se pueden aplicar sobre la piel en forma de ungüentos o cremas.
- Vacunas para la alergia o inmunoterapia específica: Es un tratamiento que a la larga provoca una la tolerancia al alérgeno. Esta terapia además puede evitar que el paciente no desarrolles asma relacionado a la rinitis alérgica.
Consiste en administrar de forma repetida un alérgeno, (como por ejemplo la gramínea), que puede mezclarse con otros tipos de pólenes. Estas dosis se van aumentando hasta llegar a la dosis de mantenimiento, para conseguir que el paciente llegue a tolerar la alergia y así evitar los síntomas relacionados a la alergia.
Si quieres saber más sobre los niveles ambientales del polen por provincia visita el mapa de pólenes.