¿Por qué nunca he sido alérgico y ahora sí?

¿Por qué nunca he sido alérgico y ahora sí?

Nunca he padecido alergias, pero desde que cumplí los 30 empecé a tener síntomas en primavera.

¿Debería de someterme a algún tipo de tratamiento? ¿Es normal desarrollar alergias siendo ya adulto? Estas son cuestiones muy comunes entre la población.

En primavera es muy común comenzar a disfrutar del aire libre, pasar más tiempo en la calle y desarrollar actividades alrededor de la naturaleza. Todo esto puede desencadenar estornudos, picor de ojos y mocos. Pero, si nunca lo has padecido y empiezas a hacerlo ahora, no te preocupes, es más común de lo que parece.

Estos síntomas están directamente relacionados con la alergia estacional.

La alergia estacional

Nuestro sistema inmune es sabio y sabe reaccionar ante las sustancias nocivas que entran en nuestro organismo. Pero en ocasiones esto no es así y al verse en contacto con sustancias más “habituales” como puede ser el polen, pueden tratarlas como sustancias benignas y así desencadenar las reacciones alérgicas.

Las alergias se desarrollan en dos fases

  • Fase de sensibilización: En esta fase se produce el contacto con el alérgeno (puede ser polenes, ácaros, veneno de insecto) y nuestro sistema inmune de manera equivocada comienza a producir anticuerpos llamados IgE. Estos anticuerpos se unen a unas células llamadas mastocitos y no producen ningún síntoma hasta el momento.
  • Fase de hipersensibilización: Una vez que el cuerpo se ha sensibilizado, nuestros anticuerpos se encuentran “esperando” un nuevo contacto con el mismo alérgeno. Así, se desencadenará su activación y los mastocitos liberarán histamina, que es la responsable principal de los síntomas de la alergia como el picor de ojos, dificultad para respirar, estornudos…

Esto demuestra que, aunque nunca se haya tenido alergia ni síntomas, una persona adulta puede desencadenar una sensibilización alérgica.

Las alergias se desarrollan en dos fases

Desencadenantes más comunes de la alergia estacional

Los desencadenantes más comunes son el polen de árboles, más común en primavera y verano; el moho, hongos. Ácaros de polvo domestico que están presentes sobre todo en zonas húmedas durante todo el año.

Una razón común en el desarrollo de las alergias en adultos suele ser el mudarse a otras regiones. Cuando una persona se muda de una región a otra que tiene diferentes tipos de árboles o de una región seca a una húmeda, se desarrollan alergias al polen o a los ácaros.

Desencadenantes más comunes de la alergia estacional

Síntomas más comunes de la alergia estacional

Los síntomas más comunes en la alergia estacional son: la rinitis, que provoca picor, estornudos repetidos y congestión nasal; el picor de garganta o boca; la conjuntivitis alérgica que provoca picor de ojos y lagrimeo; urticaria o dermatitis que hace que la piel se enrojezca y pique; asma, que es la inflamación de las vías respiratorias y produce dificultad para respirar, tos y sibilancias.

Síntomas más comunes de la alergia estacional

Tratamiento de la alergia estacional

Afortunadamente, es posible aliviar los síntomas de esta alergia. Puede hacerse mediante tratamiento para controlar y disminuir la intensidad de los síntomas alérgicos. Aún así, es importante tratar de reducir la exposición a los alérgenos que desencadenan la reacción.

Los más utilizados son:

  • Antihistamínicos: Bloquean los receptores donde se encuentra la histamina para que esta no tenga donde acoplarse y deje de producir picor. Se administran para la rinitis alérgica, la conjuntivitis alérgica, que produce estornudos, picor de ojos y de nariz, urticaria. También pueden aliviar el picor asociado a la dermatitis. Se pueden administrar mediante pastillas, gotas, espray o en cremas.
    Sin embargo, tomar comprimidos antihistamínicos puede causar cansancio o fatiga. 
  • Corticoides nasales: Se aplican directamente en los orificios nasales para bloquear las sustancias inflamatorias. Así eliminan la congestión, el picor y el goteo nasal.
  • Vacunas para la alergia o inmunoterapia específica con alérgenos: Es un tratamiento que a la larga provoca una la tolerancia al alérgeno. Esta terapia además puede evitar que el paciente no desarrolles asma relacionado a la rinitis alérgica.

Consiste en administrar de forma repetida un alérgeno, (como por ejemplo la gramínea), que puede mezclarse con otros tipos de pólenes. Estas dosis se van aumentando hasta llegar a la dosis de mantenimiento, para conseguir que el paciente llegue a tolerar la alergia y así evitar los síntomas relacionados a la alergia.

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