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La erupción polimorfa lumínica, más conocida como alergia al sol se manifiesta principalmente en la piel que ha sido expuesta al sol en forma de erupción o sarpullido
La alergia al sol afecta hasta a un 15-20% de la población general, pero es más frecuente en niños con la primera exposición prolongada al sol y mujeres de entre 20 y 40 años. Las apariciones de estos sarpullidos o erupciones son principalmente en la cara, el escote, los brazos, muslos e ingles.
La alergia al sol puede ser hereditaria, pero hay personas que la manifiestan por factores como algunos tipos de medicamentos o incluso por causas desconocidas.
En realidad, existen muchas alteraciones que engloban la alergia al sol, pero podemos decir que no es una alergia como tal, como puede ser la alergia al polen o a los ácaros cuyos desencadenantes son conocidos y tratables. En este caso, no hay un mecanismo alérgico que desencadene unos síntomas concretos.
En los casos de alergias graves que produzcan erupciones o picor intenso, puede tratarse con cremas esteroideas o pastillas. También sería importante prevenir con medidas como el uso de ropa protectora de los rayos del sol.
En los casos más leves, la alergia puede desaparecer sin sometimiento a ningún tratamiento, pero siempre es importante tomar medidas de prevención como ropa que proteja del sol, gafas de sol, no exponerse directamente al sol en las horas punta.
Síntomas de la alergia al sol
La sintomatología de la alergia al sol puede variar en gran medida dependiendo de factores como la edad, el tipo de piel, el color de piel, otras enfermedades…
Los síntomas más comunes son:
Picazón o prurito
Picor y dolor
Bultos, nódulos o incluso ampollas
Manchas y ronchas
Enrojecimiento de la piel
Otros síntomas menos frecuentes:
Dolor de cabeza
Náuseas y escalofríos
Factores de riesgo
Ingesta de ciertos medicamentos: Hay algunos medicamentos que pueden favorecer que la piel se queme con más facilidad y se produzcan reacciones alérgicas. Como los antibióticos con tetraciclina, los analgésicos… El médico que le prescriba estos medicamentos tiene que tener en cuenta la época del año y estos factores de riesgo.
Otras enfermedades dermatológicas como por ejemplo la dermatitis atópica que aumenta las posibilidades de esta alergia
Predisposición genética: Es más probable tener esta patología si algún familiar cercano también la sufre
Exposición y contacto con ciertas sustancias: Hay sustancias químicas que pueden favorecer la alergia al sol como por ejemplo perfumes, ciertas cremas solares, desinfectantes
Prevención de la alergia al sol
La alergia al sol puede desaparecer con el paso del tiempo, pero los buenos hábitos en cuanto a la exposición lumínica son fundamentales en estos casos y en general en cualquier persona para prevenir otro tipo de enfermedades más graves:
Utilizar protector solar con factor alto durante todo el año. Es importante en estos casos, revisar los ingredientes y asegurarte de que el producto esté libre de conservantes, colorantes y no sean aceites ya que estos pueden favorecer la fotosensibilidad.
Evita la exposición solar en las horas punta: Sobre todo en la época de verano, hay un periodo del día, entre las 10:00 y las 16:00 donde los rayos de sol son más nocivos. Por lo que trata de evitar exponerte al sol en ese periodo.
Ropa adecuada: Si no puedes evitar exponerte al sol, es aconsejable que utilices ropa técnica que dificulte el paso de los rayos UV a la piel. Protégete con accesorios como gorras, gafas de sol y cubre la zona del cuello y el escote.
Antioxidantes: Está demostrado que ciertos antioxidantes como la vitamina E, beta-caroteno, ácidos grasos omega-3… pueden ser aconsejables para prevenir los síntomas de la alergia al sol. Pide consejo a tu dermatólogo.