El diagnóstico precoz de las alergias es importante. Para ello el paciente dispone de distintos tipos de pruebas como pruebas cutáneas de alergia, pruebas de laboratorio para alergia o pruebas de provocación de alergia.
Las alergias pueden tener una amplia variedad de desencadenantes y manifestarse en numerosos síntomas que a menudo se minimizan o ignoran. Esta diversidad hace que muchos enfermos no sepan nada de su alergia. Sin embargo, si las enfermedades alérgicas no son diagnosticadas y tratadas a tiempo, esto puede conducir a un empeoramiento significativo de la enfermedad.
Por lo tanto, el diagnóstico precoz de las alergias es importante. La ruta de diagnóstico generalmente incluye varios pasos que se complementan entre sí y se complementan entre sí:
ÍNDICE
Anamnesis: historial de alergias
PRUEBA DE PINCHAZO O PRICK TEST
Si se sospecha de una alergia inmediata, como una alergia a la caspa de los animales, los ácaros del polvo doméstico o el polen, se utiliza la prueba de punción cutánea. En esta prueba, se aplica una gota de una solución de prueba en la piel (generalmente en el interior del antebrazo). A continuación, la gota punza superficialmente la piel para poner el alérgeno en contacto con los mastocitos de la piel. Esto conduce a la liberación de sustancias mensajeras como la histamina y, en consecuencia, a una reacción de la piel con enrojecimiento y formación de ronchas. Estas reacciones de prueba alérgicas alcanzan su punto máximo después de 15 a 20 minutos. En el caso de reacciones alérgicas a ciertos alimentos, también se pueden utilizar los propios alimentos sospechosos. Para hacer esto, la lanceta de pinchazo se inserta primero en la comida, luego en la piel del paciente.
PRUEBA DE PARCHE O PATCH TEST
Si se sospecha de una alergia de contacto (reacción de tipo retardado), se suelen incorporar pequeñas cantidades de las sustancias de prueba (p. ej., metales, fragancias, ingredientes cosméticos) en vaselina y luego se pegan en las cámaras de un apósito especial en la parte superior de la espalda. A los dos días se retira el parche y se observan posibles reacciones en la piel (enrojecimiento, hinchazón, bultos o ampollas). Más controles seguirán al día siguiente y posiblemente también en los días siguientes.