La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel y la enfermedad crónica de la piel más común en niños, que generalmente comienza antes de los cinco años.
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel y la enfermedad crónica de la piel más común en niños, que generalmente comienza antes de los cinco años. En los últimos 10 años, la proporción de personas con neurodermatitis ha aumentado considerablemente: hoy en día se ven afectados del 10 al 30% de los niños y del 2 al 10% de los adultos.
El desarrollo de la dermatitis atópica se ve favorecido por trastornos funcionales de la piel, algunos de los cuales son hereditarios. Deterioran la función de la barrera de la piel, lo que facilita la entrada de bacterias y alérgenos en el cuerpo.
Además, el sistema inmunitario está involucrado en el desarrollo de la dermatitis atópica: clasifica las sustancias realmente inofensivas (alérgenos) como peligrosas y reacciona con la inflamación. La hipersensibilidad a los alérgenos es hereditaria en el caso de la dermatitis atópica. Por lo tanto, se trata de una atopia, por lo que la neurodermatitis también se conoce como dermatitis atópica o eccema atópico. Los alérgenos pueden provocar nuevas sensibilizaciones en el organismo, así como enfermedades alérgicas concomitantes como el asma o la rinitis alérgica.
ÍNDICE:
Causas comunes de la dermatitis atópica
Síntomas de la dermatitis atópica
¿Cómo se diagnostica de la dermatitis atópica?
¿Cómo se trata la dermatitis atópica?
Causas comunes de la dermatitis atópica o eccema
- Alergias mediadas por IgE al polen, ácaros del polvo doméstico, esporas de hongos, caspa de animales (por ejemplo, pelo de animales)
- Alimentos como huevos de gallina, leche, soja, cacahuete, especias, trigo, algunos tipos de pescado (de 20 a 80% de los niños enfermos, los alérgenos alimentarios son en parte responsables de la dermatitis atópica o la empeoran).
- La obesidad
- Contacto con ciertos textiles
- Irritantes químicos (por ejemplo, detergentes o jabones)
- Estímulos físicos (por ejemplo, sudoración)
- Factores psicológicos (por ejemplo, estrés)
- Factores hormonales (por ejemplo, la menstruación)
- Factores microbianos (por ejemplo, infecciones de la piel)
- Factores climáticos (por ejemplo, fluctuaciones de temperatura o aire seco)
- Pseudoalergias (por ejemplo, intolerancia a colorantes y conservantes)
Vacunas ¿posible causa?
Las primeras vacunas en niños suelen coincidir con la primera aparición de eccema atópico. Esto puede dar la impresión de que las vacunas podrían ser la causa de la dermatitis atópica. Tal conexión no se pudo encontrar en los estudios epidemiológicos. Sin embargo, es posible que las vacunas, al igual que las infecciones virales, puedan desencadenar brotes de dermatitis atópica. Sin embargo, eso no debería impedir la vacunación, ya que la protección contra patógenos peligrosos es mucho más importante en estos casos. Sin embargo, en el caso de un brote agudo, es aconsejable posponer la vacunación.